Una cosa es que el candidato Gustavo Petro no supiera del ingreso de dineros ilegales a su campaña y otra muy distinta que dichos dineros si hayan ingresado, como afirma Nicolás Petro.
En entrevista exclusiva a la revista Semana, Nicolás Petro sostiene de forma reiterada y vehemente que ni el presidente Gustavo Petro, ni el entonces gerente de la campaña, Ricardo Roa, sabían del ingreso de los dineros de Santander Lopesierra y de Gabriel Hilsaca a la campaña presidencial de su padre en el 2022.
“Ni mi papá ni el gerente de la campaña, Ricardo Roa, sabían de los dineros que recibimos Daysuris y yo de Santander Lopesierra y de Gabriel Hilsaca. Obviamente, no sabían que parte de ese dinero yo lo utilizaba para la campaña”.
Con la declaración, Nicolás Petro responde en parte una de las preguntas más trascendentales del llamado “Nicolasgate”, la que tiene que ver con el conocimiento o no de su padre de los ingresos de dineros del ‘Hombre Marlboro’ y del hijo del ‘Turco’ Hilsaca a la campaña presidencial del Pacto Histórico el año pasado.
La justicia se encargará de reafirmar o desvirtuar esta aseveración del hijo del presidente, quien acaba de recibir por parte de un juez de la República –junto a su ex esposa, Days Vásquez– una medida no privativa de la libertad por su disposición a colaborar con la justicia. Al igual que Vásquez, el hijo del presidente Petro seguirá vinculado a la investigación penal. Ninguno de los dos podrá salir del país, ni podrá tener ningún tipo de participación en política.
Pero la declaración de Nicolás Petro a Semana, en lugar de cerrar las puertas a futuras investigaciones relacionadas con la campaña presidencial de su padre, abre otro frente tan delicado como el primero: el posible ingreso de los dineros provenientes de Lopesierra y del ‘Turco’ Hilsaca, algo que el Gobierno ha querido desmentir desde el comienzo.
Es decir, una cosa es que el candidato no supiera del ingreso de esos dineros a la campaña –como Ernesto Samper durante el proceso 8.000, al que el cartel de Cali le metió 10 millones de dólares sin que se diera cuenta– y otra muy distinta que esos dineros sí hayan ingresado.
Sobre esto último debe rendir cuentas el gerente del Pacto Histórico, Ricardo Roa, hoy presidente de Ecopetrol, responsable directo del manejo de todos los recursos que debió administrar. Ese informe es muy importante para la investigación, porque permitirá establecer si se violaron o no los topes fijados por la ley.
Como Nicolás Petro afirmó que parte de los dineros que recibió de Lopesierra y de Hilsaca los utilizó para la campaña de su padre, entonces las autoridades deberán establecer cuánto dinero de esa procedencia ingresó a la campaña y con cuánto se quedaron Nicolás y su exesposa. Para ese propósito la colaboración del hijo del presidente será fundamental.
Si los dineros provenientes de Lopesierra e Hilsaca, ingresaron a la campaña presidencial de Petro, como afirma su hijo, el hecho de que el candidato supiera o no, pasa a ser un asunto más mediático que jurídico, más político que penal, como ocurre con Ernesto Samper, quien –pese a que fue absuelto de los cargos del 8.000– sigue “condenado” por la opinión pública, que no se tragó el cuento de que los dineros del cartel de Cali entraron a su campaña a sus espaldas.
En lo que tiene que ver con el manejo de los millonarios recursos y la posible violación de los topes electorales por parte de la campaña del Pacto Histórico, es necesario que las autoridades hagan muy bien su tarea, pues hay hechos que evidenciarían una llamativa “danza de millones” en las huestes progresistas. Uno de ellos ocurrió en Barranquilla el 10 de septiembre del 2021, cuando era evidente que Petro sería candidato presidencial, aunque en ese momento no tuviera tal condición.
La presentación en sociedad del Pacto Histórico se llevó a cabo en la Plaza de la Paz con la asistencia de unas 15.000 personas. El acto fue organizado por Armando Benedetti y financiado, al parecer, por el empresario Euclides Torres, amigo personal de quien se convertiría en la mano derecha de Petro durante la campaña presidencial y sería nombrado posteriormente embajador en Venezuela. El lanzamiento del Pacto Histórico en Barranquilla habría costado 1.500 millones de pesos. ¿Esa plata fue reportada como gastos de campaña?¿El gerente Roa lo reportó?
¿Qué hacer con los topes electorales?
La violación de los topes electorales por parte de todas las campañas, desde concejos municipales hasta la Presidencia de la República, sigue siendo el gran dolor de cabeza de autoridades y candidatos. Todos los violan. Nadie cumple con las cifras que ordena el Consejo Nacional Electoral. Los topes electorales son un rey de burlas. Punto. Está sucediendo con la campaña de Gustavo Petro.
En la audiencia de solicitud de medida de aseguramiento contra Nicolás Petro y Days Vásquez, el fiscal Mario Burgos afirmó que dicha campaña “habría violado los topes electorales”. Así las cosas, algo hay que hacer para que esta historia no se repita cada cuatro años: o se amplían los topes o se financian todas las campañas por parte del Estado. Si el Estado las financia, liberarían a los empresarios de tener que destinar cientos de millones de pesos para patrocinar decenas de candidatos a lo largo y ancho del país. Pero, además, evitarían que “dineros oscuros o de dudosa procedencia” lleguen a las campañas. La financiación estatal de las campañas sería una buena salida.
Está visto que de nada sirve que la propia Constitución establezca en su artículo 109 que “la violación de los topes máximos de financiación de las campañas, debidamente comprobada, será sancionada con la pérdida de investidura o del cargo”, si nadie está dispuesto a respetar ese mandato constitucional. En esas condiciones, las campañas no pasan de ser simples sainetes.
¿Cuáles eventos fueron reportados y cuáles no?
En varias oportunidades Nicolás ha sostenido que sus declaraciones en los distintos interrogatorios han sido “libres, conscientes y voluntarias”. No ha actuado, pues, bajo presión de la Fiscalía. Por eso su testimonio será muy importante en lo que tiene que ver con la presunta violación de los topes electorales.
¿Cuáles eventos de campaña fueron reportados a los libros de contabilidad de la misma y cuáles no? ¿El lanzamiento del Pacto Histórico en Barranquilla, financiado, al parecer, por Euclides Torres, que habría costado unos 1.500 millones de pesos, según allegados a la campaña, figura o no en esos libros? ¿Cuáles eventos fueron reportados y cuáles no? Otro hecho que deberían investigar las autoridades es el que tiene que ver con el pago a los llamados “testigos electorales”.
Según La Silla Vacía, habrían sido unos 71.000 testigos en unos 9 departamentos del país, quienes habrían recibido pagos por su trabajo el día de elecciones. Estos gastos tampoco habrían sido reportados.
Nada que festejar: siguen la investigación penal y el rastreo de cuentas
El hecho de que el candidato Petro ignorara el ingreso de dineros de Santa Lopesierra y del hijo del ‘Turco’ Hilsaca a su campaña, como afirma su hijo Nicolás, no lo exime de tener responsabilidad en todo lo que sucedió en su campaña. El responsable de la campaña es el candidato. “A sus espaldas” no puede suceder absolutamente nada, mucho menos lo relacionado con su financiación. La violación de los topes es también un hecho grave. Muy grave. Tan grave como los delitos imputados a Nicolás Petro y a su ex esposa Days Vásquez, quienes, ante la contundencia de las pruebas de la Fiscalía, decidieron colaborar con la justicia.
El enriquecimiento ilícito, el lavado de activos, así como la violación de datos personales, no son delitos menores. El hecho de que ambos hayan sido cobijados con medidas no privativas de la libertad, por decisión judicial, no significa su desvinculación de la investigación penal, que seguirá su curso.
Gustavo y Nicolás Petro, un drama familiar
En su entrevista a Vicky Dávila para Semana, Nicolás Petro expresa el dolor que le causa no haber contado con la presencia y el afecto de su padre por largos años de su vida. De igual manera se duele del trato que recibió por mucho tiempo y que ahora recibe por parte de su familia paterna, en especial de su hermana Andrea. De igual manera su padre Gustavo Petro, escribió un trino en el que expresa la amarga experiencia que vive: “Lo sucedido con mi hijo es para mí terrible y lamentable. Ojalá algún día pueda hablar con él y perdonarnos…”. Cuenta su hijo en la entrevista que –una vez desatado el escándalo– en varias oportunidades le envió mensajes a su padre para tratar de hablar con él, pero que nunca recibió contestación.
Sobre los dineros que habrían ingresado a su campaña por parte de Lopesierra y de Hilsaca, escribe el presidente Petro que “la campaña no recibió dinero alguno de carácter ilícito y de lo sucedido me enteré por una reunión que tuve con la exesposa de Nicolás en mi oficina hace apenas unos meses, cuando pedí que investigaran a mi hijo”.
Con esta última afirmación surge otra pregunta: ¿informó de inmediato el presidente Petro de esos graves hechos a las autoridades competentes? ¿Ante quién denunció lo sucedido?