¡No nos quiera tanto, presidente!

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El cobro de valorización en el eje vial Cartagena-Barranquilla y la Circunvalar de la Prosperidad no solo es ilegal, sino que atenta contra el desarrollo regional.

En su afán por meterle las manos a los bolsillos de todos los colombianos –con el peregrino discurso de combatir a los ricos– el gobierno de Gustavo Petro no ahorra ningún tipo de medidas, aún aquellas que desafían abiertamente la ley o amenazan la supervivencia de cientos de hogares de la Región Caribe.

Lo que sucede con la vía Cartagena- Barranquilla es el mejor ejemplo de ello. En efecto, el llamado “eje vial Cartagena-Barranquilla y Circunvalar de la Prosperidad” está siendo objeto de la elaboración de un plan piloto –que empezaría a ejecutarse en mayo– que pretende el cobro de valorización en sus zonas de influencia, según lo anunció el ministro de Transporte, William Camargo.

De acuerdo con Camargo, en estos momentos se lleva a cabo la actualización catastral para determinar el incremento en el avalúo comercial de los predios afectados. De esta forma el gobierno determinará el valor que deben cancelar por este gravamen los propietarios de los mismos. Mediante esta medida el gobierno aspira recaudar unos 721.000 millones de pesos.

Del anuncio del Ministerio de Transporte llama la atención el hecho de que –¡oh casualidad!– de todos los proyectos de infraestructura –con características similares– que se llevan a cabo en el país, el que escogió el gobierno nacional para iniciar el “plan piloto” fue –precisamente– el proyecto vial Cartagena-Barranquilla y Circunvalar de la Prosperidad. ¡No nos quiera tanto, presidente Petro! Ya no solo le quitó a Barranquilla los Juegos Panamericanos, sino que ahora tiene el firme propósito de sepultar una de las obras más importantes de la región Caribe, que lleva más de 20 años en su planeación y ejecución.

Sostiene el ministro Camargo –en declaraciones a EL HERALDO– que el gobierno ya tiene “información catastral de cómo se están transando los predios en la zona y eso en la práctica genera una concentración de riqueza y de beneficios del Estado que tienen que redistribuirse para otras zonas del país”.

La testarudez del gobierno en su afán por “perseguir a los ricos” no tiene límites. Asume el presidente Petro –porque así lo declaró recientemente– que las carreteras se construyen en Colombia para “beneficiar a los ricos”. Y puso como ejemplo Antioquia. Ahora habrá que agregarle Atlántico y Bolívar.

Es decir, para Petro las obras de infraestructura no son los grandes ejes de conectividad vial del país, ni los grandes generadores de progreso y desarrollo, sino que son la herramienta perversa que permite acumular o concentrar riqueza. ¡Hágame el favor!

Pero, además, el argumento del gobierno es perverso, mezquino y mentiroso. ¿Cobrar valorización por una obra que –al no estar terminada– no genera ninguna valorización a los predios? Todo lo contrario: mientras no esté culminada, lo que produce es incomodidad y pérdida de valor. ¿Cuántas obras de infraestructura que quedaron a “medio hacer” a lo largo y ancho del país llevaron a la quiebra a miles de inversionistas?

Es decir, en caso de que la resolución del Invías, anunciada por el ministro Camargo, logre consolidarse y materializarse –algo que será bien difícil, dado su naturaleza abiertamente ilegal– los recursos obtenidos por dicho cobro solo podrían invertirse en la terminación de la obra. ¿Eso qué significa? Que el gobierno no podrá disponer de un solo peso para entregar obras a dedo en otras regiones del país, seleccionadas por Petro a plena voluntad y seguramente con el propósito de capitalizarlas electoralmente.¿Cuáles serán los efectos del cobro de esta valorización?

Valorización más cobro de peajes, ¿doble tributación?

La Resolución 729 del 26 de mayo del 2023 establece que los propietarios de los predios ubicados en zonas de influencia de Cartagena, Santa Catalina, Luruaco, Piojó, Juan de Acosta, Tubará, Galapa, Puerto Colombia, Barranquilla, Soledad y Malambo, deberán pagar cobro por valorización.

Estas llamadas “zonas de influencia” se verían beneficiadas por las obras del eje vial Cartagena-Barranquilla y Circunvalar de la Prosperidad. Es decir, por cuenta del proyectado “beneficio económico” de una obra a la que aún le faltan muchos tramos para ser terminada, el gobierno decidió meterle la mano a los bolsillos de los potenciales beneficiarios con el fin de realizar otras obras “en otras regiones del país”.

Es decir, como si el pago de tres peajes no fueran suficientes –incluyendo el de Papiros, que sigue en la carpeta del gobierno– ahora quienes residan en la “zona de influencia” entre Cartagena y Barranquilla y la Circunvalar de la Prosperidad deberán pagar también valorización. ¿No está acaso la doble tributación prohibida por la ley?

El gobierno piensa hacer obras en otras regiones con la valorización que cobre en Atlántico y Bolívar; entonces, ¿con qué recursos piensa terminar y comenzar las obras en Atlántico y Bolívar? La única razón de ser del cobro de valorización es que los recursos se reinviertan en las zonas donde se causa la valorización, sino carece de sentido. Punto.

¡Clase política y dirigencia gremial, a cerrar filas por el Caribe…!

Los congresistas del Atlántico y Bolívar en particular y todos los de la región Caribe en general, deben hacerse sentir ante el Gobierno. Ya es hora de que hagan causa común y defiendan los intereses de los habitantes de todos los departamentos, porque lo que hoy sucede con el anunciado cobro de valorización, mañana sucederá en el resto de la región.

Ocurrirá lo mismo, sin duda, en el resto del país, porque este “plan piloto” será replicado a la vuelta de unos meses. Ya está bueno de peleas mezquinas entre nuestra clase dirigente. La clase política regional debe escuchar el clamor de los gremios, representados, entre otros, por la Cámara Colombiana de Infraestructura (CCI), quien ha elaborado un juicioso documento sobre los efectos de esta decisión del Gobierno nacional.

Esta entidad, por ejemplo, destaca la importancia de la obra para el desarrollo turístico de la zona. ¿No es acaso el turismo una de las banderas de Petro? No hay turismo sin buenas vías, presidente. ¿O es que acaso del turismo solo viven los ricos de la región Caribe? ¿Cuántas personas pobres y sin recursos se benefician de esta actividad en la región Caribe?

¿Gobierno manejará a su antojo recursos regionales?

No existe ningún “ejercicio de equidad” en el cobro de esta valorización, como pomposamente anuncia el ministro Camargo. Todo lo contrario: lo que habrá será inequidad, puesto que los recursos que sean recaudados serán invertidos –no en la terminación de la doble calzada, como establece la ley– sino en aquellas zonas que el Gobierno determine a su discrecional voluntad.

¿De qué equidad habla el ministro? Si ese es el propósito; entonces, que le quiten recursos a Bogotá y los trasladen a la Costa, donde hay carreteras en igual estado o peor que algunas del Chocó o Guainía. Punto. Quitarle recursos a una obra que no está terminada para destinarlos a otras que aún no han comenzado a construirse, no tiene ningún sentido. Bonito el escenario que plantea Petro: manejar a su conveniencia los recursos de todos los departamentos, para hacer una distribución personalizada de los mismos.

Lo que hay que promover es todo lo contrario: que cada territorio administre sus propios recursos, derivados del cobro de impuestos, iniciativa que ha venido tomando fuerza entre varios gobernadores. Increíble que Petro, siendo “provinciano”, haya resultado más centralista que los propios bogotanos.

¿Cuál es la vaina de Petro con Barranquilla y el Atlántico?

El gobierno derrochón de Petro –que despilfarra plata a rodos en ministerios inútiles, burocracia inoficiosa y viajes estrambóticos– no sabe de dónde sacar recursos para esquilmar aún más a los colombianos. El ministro Camargo –que resultó peor que Reyes, el que se fue- ya anunció que necesitan entre 10 y 14 billones de pesos, puesto que el gobierno tiene serios problemas de flujo de fondos. Y una de las fórmulas que se les ocurrió es el cobro de valorización. Y el presidente Petro tuvo la generosidad de iniciar dicho cobro por Atlántico y Bolívar.

¡Se le agradece, presidente! “Estamos trabajando en algunos corredores pilotos, como la vía Cartagena-Barranquilla”, sostuvo el ministro Camargo. ¿Y por qué no empezaron esos “pilotos” en otras zonas del país, como Antioquia o el Valle del Cauca?

Habrá que preguntarle a Petro, ¿qué es lo que le pasa con Barranquilla y el Atlántico? ¿Cuál es la vaina, cómo le diría Emiliano Zuleta a Lorenzo Morales en una de sus parrandas, que dieron origen a la célebre “Gota Fría”? ¿Cuál es la vaina, con Barranquilla, presidente? .