Un gabinete desastroso

Foto:Presidencia
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¿Cuáles son los ministros de peor desempeño en el gobierno de Gustavo Petro? ¿Por qué unos se van y otros permanecen en sus cargos?

Cuando está a punto de cumplir dos años de mandato, el presidente Gustavo Petro hará varios cambios en su gabinete ministerial. El propio mandatario había hecho el anuncio desde Estocolmo, horas antes de cancelar su asistencia al encuentro mundial de paz en Zurich, Suiza. Desde entonces la “gabinetología”, que es otro deporte nacional, está muy activa, tratando de conocer los nombres de los ministros que se van y de los que llegarían.

Luego de casi dos años al frente de sus carteras, lo cierto es que varios ministros ya empiezan a mostrar síntomas de lo que en aviación se conoce como “fatiga de metal”, que no es otra cosa que cansancio y deterioro en sus relaciones con su jefe inmediato. La “fatiga de metal”, en los aviones, si no se corrige a tiempo, produce roturas o fracturas en algunas piezas de las aeronaves y ello termina causando, casi siempre, graves accidentes.

Es hora, pues, como diría el ex presidente Alfonso López Michelsen, de que lleguen “caras nuevas a los carros oficiales”.

Después de 22 meses de gobierno, el balance de los ministros de Petro es deficiente en algunos de ellos y en otros es verdaderamente mediocre. Ningún ministro o ministra puede calificarse con una nota sobresaliente. Petro no ha tenido un buen gabinete. Unos ministros se “rajan” por incompetentes, otros por soberbios y buena parte de ellos no pasan el examen porque desconocían el barco en el que se estaban subiendo. Después de varias décadas de activismo político, desde la oposición, algunos ministros descubrieron que una cosa es hablar y criticar y otra bien distinta es hacer y gestionar. Una cosa es llamar al tigre y otra bien distinta es tenerlo cerca, decían los abuelos.

La falta de experiencia en un gabinete ministerial es una debilidad que pesa demasiado a la hora de los balances. El manejo de los asuntos del Estado es muy importante para una buena gestión. Petro pareció entenderlo al comienzo de su mandato, cuando designó como ministros a Cecilia López, José Antonio Ocampo y Alejandro Gaviria, quienes contaban con las horas de vuelo suficientes para entenderse tanto con el Congreso, como con la opinión pública.

Ocurrió, sin embargo, que apenas tuvo oportunidad, Petro los sacó a los tres y hoy reniega de haberlos nombrados. Los tres ex ministros son objetos hoy de todo tipo de ataques y descalificaciones por parte de su antiguo jefe.

¿Qué ministros y por qué saldrían del gabinete de Petro esta semana?

Luis Fernando Velasco: ¿ si la politiquería es en causa propia es buena?

Pese a tener experiencia parlamentaria, el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, ha tenido un pobre desempeño a la hora de relacionarse con sus antiguos colegas. Su estrategia de entenderse al “menudeo” con los congresistas y no con las bancadas –luego de la ruptura de Petro con los partidos políticos– terminó por graduarlo de ministro manipulador, politiquero y mañoso. Encontró en Andrés Calle –presidente de la Cámara de Representantes– el “socio” perfecto para manejar el trámite de las leyes en el Congreso.

El triste espectáculo de la aprobación de la ley de pensiones –inundándola de vicios de procedimiento que llevarían a su hundimiento en la Corte Constitucional– sirvió de colofón para evidenciar la incapacidad de Velasco como ministro del Interior.

A ella se suma la aparición de su nombre en el escándalo de los “carrotanques” de La Guajira, donde aparece mencionado tanto por Olmedo López, como por Sneyder Pinilla, director y subdirector de la entidad cuando ocurrieron los hechos delictivos reconocidos por ambos. Velasco ha negado su participación en esos hechos, pero serán las autoridades las que determinen su responsabilidad en los mismos.

Otro que deberá dar contundentes explicaciones es Andrés Calle, presidente de la Cámara, aliado de Velasco, a quien Pinilla señala de haberle entregado 1.000 millones de pesos en su casa de Montería.

Calificación: 2.0

Guillermo Jaramillo: logró lo imposible: tener peor desempeño que Corcho

Después del paso de Carolina Corcho por el Ministerio de Salud, era muy difícil que alguien pudiera superar su traumática gestión. Pues sí fue posible: Guillermo Alfonso Jaramillo resultó peor ministro de Salud que Corcho. Punto. A su incapacidad para lograr consensos que faciliten el trámite de las leyes en el Congreso de la República, se suma su falta de carácter para reconocer errores y equivocaciones.

Que digan lo contrario los profesores de Fecode, quienes sirvieron de “conejillos de Indias” de la “nueva ley de la salud” y hoy están padeciendo las consecuencias de la implantación de un improvisado modelo de salud, concebido y “ferrocarrileado” por Jaramillo, quien niega todo, ante el estruendoso fracaso.

Petro no puede correr el riesgo de dejar en manos de Jaramillo el segundo aire que tendrá la ley de la salud en el Congreso a partir del próximo 20 de julio. La mezcla de incompetencia y soberbia de Jaramillo es nociva para la salud del gobierno.

Calificación: 1.8

Iván Velásquez: ¿Quién responde por el orden público desmadrado en el país?

Aunque el ministro de Defensa, Iván Velásquez, no está en la lista de los posibles descabezados, debería estarlo. Difícil encontrar en la historia del país un ministro con peores resultados. El orden público se desbordó. Los bandidos mandan en campos y ciudades. No hay orden ni autoridad. Secuestros y extorsiones están por las nubes.

En el suroccidente manda alias Iván Mordisco y en buena parte de la región Caribe, el Clan del Golfo. El ministro Velásquez ni suena ni truena. Lo suyo es la ineficacia. Incautan toneladas de cocaína, pero no son capaces de arrancar una mata de coca. Pero a pesar de su ineptitud como mindefensa, Petro no tocará a Velásquez porque es su hombre de confianza.

La disminución de homicidios en algunas ciudades es su tabla de salvación y por eso Petro insiste en ella como gran logro. Al no poderlo nombrar como ministro de Justicia –que era su verdadera pretensión– Petro designó a Velásquez en Defensa, sabiendo que en materia de orden público podría suceder lo que está sucediendo.

Ante la negativa de la Corte Suprema, que le hizo saber que nombrarlo ministro de Justicia sería un “gesto hostil”, Petro designó a Velásquez en el Mindefensa, los hechos han demostrado que esa decisión resultó demasiado costosa para el país. Pese al desastre causado, todo hace pensar que seguirá en el cargo.

Calificación: 1.0

Aurora Vergara: fracaso absoluto en tres grandes frentes

A la hora del balance, una de las ministras peores calificadas es Aurora Vergara, jefe de la cartera de Educación. Su gestión ha sido desastrosa. Punto. La llamada ley estatutaria de la educación se hundió en el Congreso de la República, por cuenta de Fecode y del propio presidente Petro, quienes rechazaron los acuerdos alcanzados con la oposición para salvar la iniciativa.

¿Qué hay que hacer cuando el jefe desautoriza los acuerdos alcanzados? Fecode –generoso financiador de la campaña de Petro– también salió a las calles para presionar al Congreso y desautorizar a la ministra. Pero el hundimiento de la ley no fue el único traspiés de Vergara.

Su participación en la designación del rector de la Universidad Nacional también resultó lamentable y vergonzosa. Asistió a las sesiones y aprobó todo lo actuado para elegir al rector José Ismael Peña y luego de que Petro trinara desconociendo su designación, la ministra Vergara trató de justificar lo injustificable.

Todo para poner a Leopoldo Múnera –el candidato de Petro– en la rectoría. Y para rematar, hasta su colega de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, la responsabiliza del desastre en la atención médica de los maestros.

Calificación: 1.5