Puerto Mocho, la joya escondida de Barranquilla

COMPARTIR EN:

Por ÓSCAR MONTES
@leydelmontes

“La playa de Puerto Mocho es la joya que Barranquilla tenía escondida. Estamos felices de que ahora todos podrán disfrutarla”, así se expresa el alcalde Alex Char de este nuevo atractivo turístico que tendrá Curramba a partir del próximo 30 de noviembre, cuando abrirá sus puertas de manera formal para todos los visitantes.De acuerdo con el alcalde Barranquilla, las playas de Puerto Mocho podrán ser visitadas por unos 30.000 turistas durante un fin de semana.

¿Cómo se llega a esta joya turística recuperada para Barranquilla, que se viene a sumar al Gran Malecón del Río y la Ciénaga de Mallorquín? Los visitantes arriban a la llamada “estación del tren” de Las Flores y allí toman uno de los dos trenes eléctricos que los llevará hasta las playas de Puerto Mocho. Cada tren tiene capacidad para 70 personas, cómodamente sentadas. El placentero viaje dura poco menos de 10 minutos. Durante el recorrido se puede observar a un lado el imponente y majestuoso Río Grande de la Magdalena con sus barcos cargados de contenedores y al otro lado se contempla la Ciénaga de Mallorquín con sus vigorosos manglares.

 

Una vez los visitantes descienden de los trenes eléctricos empiezan a caminar los dos kilómetros de la Playa de Puerto Mocho, con sus aguas tranquilas y apacibles.

La Alcaldía de Barranquilla no dejó nada al azar en su nueva apuesta por atraer más turistas nacionales y extranjeros. “Aquí todo lo hicimos con amor y pensando en la gente, en los que viven aquí, que ahora podrán trabajar con más comodidades, y en los que vendrán. Nosotros en Barranquilla hacemos las cosas a otro nivel”, dice el alcalde Char, mientras, sonriente, se toma fotos con dos mujeres turistas, que lo felicitan por la obra que será, sin duda, el nuevo paraíso de los barranquilleros.

 

La inversión de toda las obras de la playa de Puerto Mocho alcanzó los 120.000 millones de pesos. Ella incluye obras de infraestructura, construcción y adecuación de vías, la estación del tren y parqueaderos para los visitantes. De igual manera los modernos restaurantes, las baterías para el tratamiento de las aguas residuales, la instalación de los pararrayos, que están a lo largo de la playa, entre otras. “Toda esa plata la pusimos nosotros, la pusieron ustedes con el pago de sus impuestos, porque a Barranquilla nadie le regala nada”, dice el alcalde Char, orgulloso, mientras inspecciona todos los detalles de las obras, acompañado por algunos miembros de su gabinete, entre ellos Ana María Aljure, gerente de la ciudad, quien conoce muy bien en qué se invirtió cada peso.

Puerto Mocho es ese remanso de paz donde los turistas podrán contemplar un bonito amanecer o una puesta de sol, mientras observan las aguas agitadas del Mar Caribe y las turbulentas del Río Grande de la Magdalena. Extasiarse con ese imponente paisaje bien vale la pena.

¡Qué agradable sorpresa que Barranquilla no solo le dio de nuevo la cara al Río, hace ya algunos años, sino que ahora redescubrió una hermosa joya que estaba oculta: la playa de Puerto Mocho! Vengan, disfrútenla, cuídenla y consérvenla! ¡Qué espléndida joya tenía guardada Barranquilla!