El corregimiento de Bohórquez, en el municipio de Campo de la Cruz, será el escenario para recibir a todos los asistentes del II Festival Gastronómico del Maíz, evento que forma parte de la Ruta 23 de la Gobernación del Atlántico y cuyo fin es promover la creación, comercialización y el consumo del maíz en el departamento.
El festival no solo celebra al maíz como un alimento fundamental de la cultura indígena y campesina, sino que también destaca su importancia económica y social. En el evento, los asistentes podrán disfrutar de una variada oferta gastronómica basada en este cereal, considerado no solo un alimento básico, sino una memoria biológica y cultural de los pueblos originarios.
Este evento en su segunda edición se realizará en la calle 1 carrera 6 carretera Oriental y congregará a 50 matronas, de 120 que se dedican a la producción de bollos en esta zona del Atlántico.
Toda clase de delicias
Dentro de la oferta gastronómica están: mazamorra, chicha, tortas, peto, buñuelos, pinchos, bollo tradicional de maíz verde, arepa de maíz verde, bollo limpio, relleno con pollo o carne, bollo relleno con bocadillo, relleno con chicharrón, mazorca cocida, bollo de angelito, quesillo de maíz; así como productos innovadores como la chulupa de maíz, quesillo de maíz, cupcakes de maíz, entre otros.
La mujer de Bohórquez se caracteriza por su empuje, cultura y tradición, y ello se resume en tres matronas empoderadas y emprendedoras ejemplo de vida para para sus familias, quienes han dedicado parte de su vida a la preservación del legado cultural de este corregimiento de Campo de la Cruz. Muestra de ello es Luz Pacheco Rojano, de 67 años, de los cuales 40 han dejado huellas en los campos y cultivos del maíz.
Así como Teresa Guetta, quien con 81 años ‘saca’ la fuerza que le da la vida para amasar con la salida del sol cada mañana sus bollos y arepas que tienen como destino, en muchos casos, las calles de Barranquilla. Y cerrando el ramillete de ‘reinas del maíz’ y sus derivados está Ana Rojano, de 86 años de edad, de los cuales 50 han sido dedicados al cultivo y comercialización de este producto.
Las matronas participantes en la oferta gastronómica del festival expresaron su deseo de seguir participando en futuras ediciones, confiadas en que este evento se consolidará como un motor económico y cultural clave para el desarrollo de Campo de la Cruz.