Alerta climática en Colombia: El fenómeno del niño crea incertidumbre

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Expertos confirman la llegada del fenómeno del Niño

 

Según los expertos, el fenómeno natural llegaría al país en el segundo semestre del año y sus efectos podrían ir desde altas temperaturas en diferentes regiones del país, hasta disminución drástica de las lluvias en el territorio nacional.

El fenómeno del Niño es un patrón climático que se caracteriza por el calentamiento inusual de las aguas superficiales del océano Pacífico ecuatorial. Este fenómeno tiene impacto en el clima global y puede generar cambios significativos en diferentes regiones del mundo.

Durante el fenómeno del Niño, se observa un debilitamiento de los vientos alisios que normalmente empujan las aguas cálidas hacia el oeste del océano Pacífico. Como resultado, las aguas cálidas se desplazan hacia la región central y oriental del Pacífico, lo que afecta los patrones de lluvia y temperatura en diversas partes del mundo.

Ante este escenario, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) y el Ministerio de Ambiente han informado que se prevé que el fenómeno del Niño sea de intensidad “leve a moderada”. Ghisliane Echeverry, directora del Ideam, señaló que estas estimaciones podrían sufrir modificaciones, incluso con posibles incrementos en su intensidad.

Adicionalmente, entidades como la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) están preparando protocolos para hacer frente y supervisar los posibles impactos del fenómeno. Asimismo, la Comisión Técnica Nacional Intersectorial para la Salud Ambiental (Conasa) se está enfocando en la prevención de la calidad del aire, mientras que el Consejo Nacional del Agua realiza un monitoreo continuo de las fuentes hídricas.

Estas entidades están tomando medidas preventivas y de seguimiento para garantizar la seguridad y el bienestar de la población ante los posibles efectos del fenómeno del Niño. La UNGRD se encarga de coordinar acciones de respuesta y atención ante desastres naturales, mientras que la Conasa se centra en preservar la calidad del aire, y el Consejo Nacional del Agua monitorea y evalúa el estado de las fuentes de agua.

El fenómeno del Niño puede tener consecuencias negativas, como sequías prolongadas, disminución de las precipitaciones, aumento de las temperaturas, incendios forestales y cambios en los patrones de circulación atmosférica. Estas condiciones pueden impactar la agricultura, la disponibilidad de agua, la seguridad alimentaria y la salud de las personas, entre otros aspectos.

Es importante destacar que el fenómeno del Niño no ocurre de manera constante ni en todos los años, sino que presenta una variabilidad temporal. Además, su intensidad y duración pueden variar en cada episodio, lo que hace necesario monitorear y estudiar su evolución para comprender y prever sus efectos en diferentes regiones.