La economía colombiana enfrenta una desaceleración significativa en el segundo trimestre del año, con un modesto crecimiento del 0,3% anual, según los datos recientes revelados por el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Dane). Esta tasa de crecimiento se atribuye en gran parte a la marcada caída del 24% en la formación bruta de capital, que afectó la dinámica económica general.
La formación bruta de capital, una medida clave de la inversión en la economía, ha sido uno de los principales factores detrás del menor dinamismo en el PIB. Esta caída del 24% tuvo un impacto considerable en la variación anual del PIB, afectando su expansión y provocando que solo creciera un modesto 0,3% en el período.
Analizando el enfoque del gasto en las cifras del PIB, la directora del Dane, Piedad Urdinola, resaltó que la demanda final interna tuvo una contracción de -3,9%. Mientras el gasto de consumo final creció en un 1,0%, lo que contrasta con el crecimiento del 13,7% del año anterior, el aporte positivo de 0,9 puntos porcentuales al total del PIB no pudo compensar la marcada caída del 24% en la inversión.
Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, señaló que el PIB actual es un «11,3% más grande que en 2019, impulsado especialmente por el crecimiento del consumo privado», pero subrayó que la inversión sigue siendo una preocupación importante. Mejía enfatizó que «lo preocupante es que la inversión no levanta cabeza y tuvo su peor contracción en 16 años», excluyendo las cifras de la pandemia.
Desglosando la formación bruta de capital fijo, las cifras del Dane revelan que las inversiones en maquinaria y equipo sufrieron una disminución del 13,8%, mientras que la inversión en edificios y estructuras cayó un 7,1%. La inversión en vivienda también registró una variación anual negativa del -2,2%. En contraste, la inversión en productos de propiedad intelectual experimentó un aumento del 1,6%, y la inversión en recursos biológicos cultivados creció un 5,8%. Aunque estas áreas mostraron un incremento, su impacto fue limitado en comparación con otras categorías de inversión.
Mauricio Hernández, economista de BBVA Research para Colombia, señaló que la demanda interna se vio afectada por la caída en la inversión fija y la desacumulación de inventarios, lo cual representó un -1,3% del PIB. Estos datos indican un panorama desafiante para la economía colombiana, que lucha por mantener su dinamismo en medio de desafíos económicos y pandémicos.