Cielo Rusinque no ocupará la jefatura de gabinete en la administración de Gustavo Petro

Cielo Rusinque y Gustavo Petro
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La expectativa inicial sobre el nombramiento de Cielo Rusinque como la nueva mano derecha del presidente Gustavo Petro dio un giro radical durante la noche de este martes.

Aunque en la mañana de este martes ella misma daba como un hecho su nombramiento como nueva mano derecha del presidente, en la noche se supo todo lo contrario.

A primera hora del martes, Cielo Rusinque parecía encaminada a ocupar el codiciado cargo de mano derecha del presidente. La directora del Departamento para la Prosperidad Social (DPS) afirmó públicamente que le habían ofrecido la posición y estaba lista para asumir las responsabilidades que conllevaba.

Voy a estar cerca al presidente, como se ha dicho desde ayer. Estamos pendientes de la materialización de esa decisión. Lo voy a estar acompañando, sí, manejando la agenda, lo que las obligaciones o tareas que él disponga y pues estamos esperando que eso se materialice en principio, mencionó Rusinque a la emisora ‘Blu Radio

Mauricio Moreno / El Tiempo

Incluso se mencionaron conversaciones con Carlos Ramón González, jefe del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre), en las que se le confirmaba su próxima designación.

No obstante, durante el transcurso del día, fuentes gubernamentales comenzaron a difundir versiones contradictorias. Mientras la directora del DPS reafirmaba su nombramiento, voces dentro del Gobierno aseguraban que esto no se llevaría a cabo. Altos funcionarios del Gobierno afirmaron que Cielo Rusinque no sería nombrada en el cargo que se había rumorado.

Además, surgieron rumores de que la posibilidad de la llegada de Rusinque había causado preocupación entre los colaboradores más cercanos del presidente, quienes temían los posibles efectos de tener a una figura con un perfil tan activista en un rol tan influyente.

La trayectoria de Cielo Rusinque como defensora acérrima de la izquierda y del Gobierno de Petro fue un factor que generó controversia desde el principio.

Su historial de activismo en redes sociales y su posición en defensa de ciertos elementos políticos habían atraído tanto elogios como críticas. Además, su conexión con el presidente se remonta a varios años atrás, cuando se conocieron en 2018 durante un viaje a Francia.

Foto: Twitter

La reacción negativa ante la posible designación de Rusinque se manifestó en diversas esferas.

Críticos argumentaron que la elección era arriesgada y que su estilo de confrontación no era adecuado para el rol que se esperaba de la mano derecha del presidente.

 La senadora Paloma Valencia expresó su desaprobación y señaló un episodio reciente en el que Rusinque fue criticada por su gestión en la entrega de subsidios desde el Banco Agrario.

En última instancia, este giro inesperado en los acontecimientos subraya la complejidad de la toma de decisiones en la esfera política.