¿En la mira del Eln?

Presidente Gustavo Petro y el fiscal Francisco Barbosa. | Foto: Presidencia
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Aunque el grupo guerrillero lo niegue, el Gobierno nacional se equivoca al desestimar las amenazas contra el Fiscal General

En una declaración irresponsable y desafortunada el Alto Comisionado para la paz, Danilo Rueda, se refirió en términos desobligantes al atentado que el Eln estaría fraguando contra el fiscal general, Francisco Barbosa: “El saboteo de la paz tiene diferentes mecanismos, uno de ellos es desinformar y tener unas supuestas fuentes que no se verifican y que llevan a que se tome decisiones políticas y públicas que no corresponden a la realidad”.

Foto: El Heraldo | Danilo Rueda

Semejante afirmación proveniente de quien ha sido delegado por el presidente Gustavo Petro para que esté al frente de la llamada “paz total”, su proyecto más ambicioso en lo que tiene que ver con la reconciliación nacional, molestó y causó enorme preocupación en el fiscal Barbosa, quien sería, precisamente, el blanco del ataque terrorista del Eln.

FILE PHOTO: A rebel of Colombia’s Marxist National Liberation Army (ELN) shows his armband while posing for a photograph, in the northwestern jungles, Colombia August 31, 2017. REUTERS/Federico Rios/File Photo

Las informaciones obtenidas por la Fiscalía General por tres fuentes diferentes y sin relación directa entre unas y otras, indican que el grupo guerrillero, que dialoga en estos momentos con el Gobierno, en efecto, estaría intensificando sus acciones con miras a ejecutar un plan para atentar contra el Fiscal General.

Que el Alto Comisionado para la Paz se refiera a esas graves denuncias como un “saboteo a la paz” desató la ira del Fiscal General, quien el pasado viernes le expresó su inconformidad y malestar al presidente Petro en una breve reunión de 20 minutos en la Casa de Nariño.

En dicho encuentro, Barbosa calificó las declaraciones de Rueda como “irresponsables y peligrosas”, al tiempo que lamentó que el funcionario haya “desestimado” la información presentada por la Fiscalía sobre el posible atentado.

Aunque las relaciones entre el presidente Petro y el fiscal Barbosa no han sido las mejores, lo cierto es que considerar al jefe del ente investigador del Estado como un “saboteador de la paz”, sin tener ninguna prueba sobre ello, es tan absurdo como desproporcionado. Una cosa es que Barbosa exprese sus reservas fundamentadas sobre la “paz total” y otra muy diferente que un alto funcionario del gobierno lo gradúe de saboteador.

Foto: Canal 1

A la postre la reunión entre el presidente Petro y el fiscal Barbosa sirvió para que el presidente conociera de primera mano la gravedad de la situación y adoptara medidas para garantizar la seguridad del Fiscal General, entre ellas la de disponer de unidades del Ejército Nacional para su protección.

¿Cuál es el verdadero alcance de las denuncias de la Fiscalía General sobre un posible atentado al fiscal Francisco Barbosa?

¿Qué se sabe del posible atentado al fiscal Barbosa?

De acuerdo con información obtenida por diversas fuentes, entre ellas Inteligencia Militar, el Eln estaría preparando un atentado contra el fiscal Francisco Barbosa. Una de las fuentes informó que el ataque se realizaría con francotiradores y se estaría planificando desde Venezuela.

Fuente: Ejercito Nacional

La acción terrorista se habría planeado semanas antes de que el grupo guerrillero y el gobierno de Gustavo Petro anunciaran el “cese bilateral del fuego”, producto de la negociación que llevan a cabo.

Esa misma información fue ratificada a la Fiscalía General por otra fuente distinta, la cual suministró más detalles del posible ataque, entre ellos los relacionados con la financiación y las armas que serían empleadas. Es decir, no se trata de “supuestas fuentes que no se verifican”, como irresponsablemente afirmó el comisionado Rueda, al tratar de desestimar la gravedad de los hechos.

Foto: Fiscalía de Colombia

“Yo responsabilizo al gobierno colombiano de lo que me pueda suceder a mi o a mi familia”, declaró Barbosa, luego de escuchar las afirmaciones del comisionado Rueda.

Otra de las fuentes a las que tuvo acceso la Fiscalía también habría hablado de posibles ataques al ex comandante del Ejército general retirado Eduardo Zapateiro y la senadora María Fernanda Cabal, del Centro Democrático.

A quién le cree el comisionado Rueda: ¿al fiscal General o al Eln?

Aunque el Eln desmintió su posible participación en un atentado al fiscal General, lo cierto es que si algo caracteriza a ese grupo guerrillero es su desproporcionada capacidad de mentir. Por esa misma razón, que el comisionado Rueda haya dado pleno crédito a las palabras del Eln, mientras ponía en tela de juicio la información recopilada por la Fiscalía, causó indignación y sorpresa al fiscal Barbosa.

“Uno no puede ser tan imbécil de atribuirse un hecho como este”, declaró Barbosa, cuando los periodistas lo abordaron para conocer su opinión sobre la negación del Eln sobre su presunta participación en el atentado.

Al comisionado Rueda parece que se le olvida que él representa al Estado colombiano en la negociación con el Eln y que ello incluye, por supuesto, a la Fiscalía General, por muchas que sean sus diferencias con el fiscal Barbosa. Su obligación –en este caso– no era otra que la de llevar este grave asunto a la mesa de negociación y advertir sobre sus consecuencias, en caso de que la información recibida sea ratificada. Pero no lo hizo. Prefirió desestimar las denuncias de la Fiscalía y descalificar al fiscal.

La paz es un asunto de Estado, no de gobiernos de turno

La paz es un asunto de Estado. Punto. No es un asunto de gobiernos de turno, por más que sean los gobiernos quienes negocien. Y por ser un asunto de Estado, todas las instituciones deben ser incluidas en los diálogos o negociaciones, mucho más si se trata de la Fiscalía, que debe diseñar políticas criminales o de sometimiento y también encargarse de suspender órdenes de captura, entre otras decisiones.

Está visto que a algunos gobiernos los fiscales acuciosos –o críticos de las negociaciones– les fastidian. Pasó con Néstor H. Martínez en tiempos de Juan M. Santos y pasa ahora con Francisco Barbosa en tiempos de Petro. En cambio los “fiscales amigos” de los diálogos, como Eduardo Montealegre, también con Santos, son objeto de todo tipo de halagos y de encuentros largos y distendidos en la Casa de Nariño.

Foto: Getty Images

Es un error considerar la paz como un asunto de gobierno y no de Estado. Hace bien el presidente en escuchar con atención las denuncias del fiscal y hace mal el comisionado al pretender desestimarlas. El Gobierno tiene la obligación de adoptar todas las medidas que sean necesarias para garantizar la integridad y la vida del fiscal y la de su familia.

Eln, mentirosos, mentirosos

“El fiscal intenta un sabotaje al proceso de diálogo que se está desarrollando entre el Gobierno y el Eln”, declaró el grupo guerrillero en un comunicado. El comisionado Rueda le dio pleno crédito a la versión del Eln y se sumó de inmediato a las voces de quienes creen que el fiscal Barbosa es un “saboteador” del proceso.

La experiencia indica, sin embargo, que quienes han mentido por décadas, una y otra vez, son los jefes del Eln. Por cuenta de sus actos de terror y de sus innumerables mentiras los colombianos ya no les creen. El Eln niega los secuestros, puesto que –según ellos– lo suyo son las “retenciones”. El Eln niega el “reclutamiento de menores”, puesto que según ellos, los niños y niñas que entran al Eln lo hacen de forma voluntaria. El Eln niega los crímenes que comete, hasta que las autoridades les demuestra –con pruebas– que fueron ellos quienes realizaron los actos de terror. ¿Pruebas? El atentado al Centro Comercial Andino de Bogotá. Tan responsable es de ese ataque que Violeta Arango Ramírez, alias Violeta, una de las detenidas por su participación en el atentado al Andino, terminó en la mesa de diálogos de La Habana, como gestora de paz. De manera que aquellos que siguen creyéndoles a los jefes del Eln con los ojos cerrados, es porque piensan y actúan con el deseo. Y eso –cuando se trata de altos funcionarios del Estado, que negocian con ese grupo guerrillero– es muy grave, porque se puede pasar de la ingenuidada la complicidad.