¿Qué tanto futuro tiene la propuesta de Germán Vargas Lleras de armar una coalición para enfrentar al presidente Petro en el Congreso y en las urnas?
Durante muchos años hizo carrera en la política nacional una frase según la cual “cada vez que López habla pone a pensar al país”.
El López protagonista de la frase no es otro que el ex presidente Alfonso López Michelsen, quien, en efecto, siempre encontraba la manera de mantenerse vigente y mantener vigente sus ideas. De ahí que el ex presidente disfrutara con particular placer “echar línea política”, tanto a sus seguidores liberales, como a sus contradictores conservadores de la época.
Álvaro Gómez Hurtado -antípoda de López- también tenía una frase para referirse al protagonismo y la vigencia de los políticos en la política: “Si uno no hace política, corre el riesgo de que se la hagan a uno”. Gómez, al igual que López Michelsen, siempre hizo política.
Pues bien, el ex vicepresidente Germán Vargas Lleras, no solo pone a pensar y hablar al país, sino que también tiene plena conciencia de que si no hace política es bastante probable que otros la hagan por él, sobre todo en estos tiempos del gobierno del Pacto Histórico en cabeza del presidente Gustavo Petro. En eso Vargas Lleras se parece mucho a su abuelo, el ex presidente Carlos Lleras Restrepo, otro que nunca dejó de hacer política.
El pasado 29 de junio en Barranquilla, en un encuentro con empresarios, dirigentes gremiales y congresistas de su partido Cambio Radical, Vargas Lleras lanzó una propuesta que causó conmoción en el mundo político y tiene hablando al país nacional: crear una gran alianza para enfrentar a Gustavo Petro, tanto en el Congreso de la República, donde el gobierno tramita estructurales reformas; como en las urnas, el próximo 29 de octubre, cuando el país elija alcaldes, gobernadores, concejales y diputados.
“Tenemos la obligación de evitar la catástrofe causada por el gobierno de Petro. Tenemos que ser la expresión del descontento general”, declaró Vargas Lleras en medio de sonoros aplausos. Anunció que habló con el ex presidente César Gaviria, quien también estaría en la misma orilla del ex vicepresidente, máximo líder y jefe natural de Cambio Radical. “Recibí la llamada del ex presidente Gaviria y qué bueno sería recibir también la del Centro Democrático, que no dudo que pronto se haga realidad”, afirmó.
En su intervención también hizo un llamado al partido de La U y al Partido Conservador para que se sumen a esta nueva alianza política. “Así tendríamos -continuó Vargas Lleras- un frente más de tranquilidad, como lo tendríamos si vamos unidos a las elecciones regionales de octubre”.
El ex presidente del Senado fue categórico al afirmar que “no es el momento de buscar beneficios personales, sino de pensar en los más altos intereses de la patria”. Esta afirmación sería una respuesta a quienes consideran que detrás de la propuesta está su interés en volver a ser candidato presidencial.
La iniciativa de la gran alianza antipetro está, pues, sobre la mesa y su futuro dependerá de los acuerdos a los que lleguen tanto los jefes de los partidos convocados por Vargas Lleras, como sus militantes de base.
A partir del próximo 20 de julio, cuando el Congreso retome funciones, sabremos si el ex vicepresidente tuvo éxito o no en su nuevo proyecto político.
La “gran alianza” pone en peligro toda la agenda del gobierno
Los tiempos de la aplanadora del Pacto Histórico en el Congreso quedaron atrás. Punto. De esa gran coalición construida por Roy Barreras con muchas ideas, pero también con generosas dosis de mermelada, queda muy poco. La “aplanadora” tuvo gasolina apenas para sacar adelante la reforma tributaria y las relacionadas con la llamada “paz total”. La “tanqueada” de la aplanadora alcanzó hasta diciembre. Este año la coalición gobiernista se rompió en mil pedazos, entre otras razones por la testarudez del propio presidente Petro por tratar de imponer sus reformas dejando de lado los consensos que se requieren para la aprobación de sus proyectos. Por cuenta de ello se hundió la reforma laboral y la de salud y pensional no tienen garantizada su aprobación. Es por esta razón que la “gran alianza” propuesta por Germán Vargas Lleras en Barranquilla se convierte en un peligro real para el gobierno de Petro, pues dicha coalición sí tendría las mayorías suficientes no solo para hacer naufragar las iniciativas del gobierno, sino para lograr la aprobación de las que presenten los partidos que la integrarían. En esa dirección apunta el ex presidente Gaviria en su respuesta a Vargas Lleras. En plata blanca, por ejemplo, la “gran alianza” tendría 63 senadores, sin contar con los votos de quienes podrían sumarse en un futuro inmediato.
¿Cuáles son las cartas ganadoras de la “gran alianza” para alcaldías?
La propuesta del ex vicepresidente Vargas Lleras apunta en dos direcciones: las reformas en el Congreso y las elecciones regionales de octubre, donde serán escogidos alcaldes, gobernadores, concejales y diputados. Dichas elecciones serán el primer termómetro del gobierno Petro. En ese sentido, las elecciones de octubre serían una especie de referendo para medir que tanta aceptación tienen el gobierno progresista y sus políticas. Mientras Petro considera que si “pudiera lanzarse” a la Presidencia “volvería a ganar”, sus contradictores creen que su aprobación va en picada y que en octubre tendrá mucho menos aceptación que hoy. En octubre la “gran alianza” tendrá aspirantes pesos pesados, tanto en alcaldías como en gobernaciones. En el caso de Barranquilla, por ejemplo, el candidato a la Alcaldía será Alex Char, quien tiene en las encuestas un respaldo electoral superior al 80 por ciento. Char es -sin duda- una carta ganadora para la Alcaldía. Algo similar sucede con Fico Gutiérrez en Medellín, quien también supera el 70 por ciento de respaldo en la capital antioqueña. Y muy seguramente Enrique Peñalosa aspiraría de nuevo a la Alcaldía de Bogotá. A Peñalosa los bogotanos cuando es alcalde no lo quieren, pero cuando deja de serlo lo extrañan.
1/3 La invitación que hacemos al @PartidoLiberal desde #Barranquilla para que se pase a la oposición y conformemos una nueva coalición en el Congreso está despertado un entusiasmo nacional, a partir de revelarse una llamada que sostuve con el doctor César Gaviria. pic.twitter.com/DGEPilsxoE
— Germán Vargas Lleras (@German_Vargas) June 30, 2023
3/3 De materializarse, el país tendría la tranquilidad de que en los próximos 3 años evitaremos la catástrofe. Abrigamos la esperanza de que se pueda realizar.
— Germán Vargas Lleras (@German_Vargas) June 30, 2023
¿Qué dicen las encuestas?
Aunque el presidente Petro insiste en un impresionante respaldo popular, como afirmó en La Guajira, al referirse a la “envidia” que despierta en sus opositores, lo cierto es que las encuestas muestran otra cosa muy diferente. La más reciente de Invamer -en la que Petro cree cuando gana, pero de la que desconfía cuando pierde- indica que la desaprobación de la gestión de Petro es hoy del 61 por ciento. La cifra se vuelve mucho más preocupante si se tiene en cuenta que Petro apenas lleva 10 meses de gobierno. En esa misma encuesta, el 79 por ciento de los colombianos cree que la economía va mal, mientras que el 61 por ciento desaprueba la llamada paz total, una de las grandes apuestas del presidente Petro. Es decir, cuando los bolsillos están rotos y la pregonada paz no se ve, sino que la inseguridad está desbordada, es porque las cosas no van bien. No es “envidia” de sus contradictores, sino un hecho real y objetivo. Punto. En lugar de disparar con “regadera” a todos sus opositores, Petro haría bien en analizar a conciencia en qué se está equivocando en materia grave. Lo mismo deberían hacer quienes integran su “comité de aplausos”, tanto en su entorno más cercano, como en las redes sociales.
De octubre también dependen las presidenciales del 2026
De las elecciones de octubre dependerá no solo la suerte del gobierno en alcaldías y gobernaciones, sino también el futuro electoral de quienes aspiran suceder a Petro en la Casa de Nariño. Un fracaso estruendoso del Pacto Histórico significaría el debut y la despedida del primer gobierno de izquierda en Colombia, proyecto político que -según el propio Petro- apunta a tener una vigencia mínima de 20 años. Sin alcaldías y sin gobernaciones en las principales ciudades y departamentos del país, el Pacto Histórico tiene pocas probabilidades de éxito en el 2026. Caso contrario sería el de la “gran alianza” si logra consolidar la alianza política en el Congreso y obtiene un triunfo arrasador en octubre. De cualquier manera es muy pronto para vaticinar el fracaso de uno y el triunfo de los demás. Mucho más en un país donde el gobierno de turno, cualquiera que sea y Petro no será la excepción, ha dado muestras de saber exprimir la mermelada para sacar adelante sus proyectos. Amanecerá y veremos.