¿Petro participa en política?

Presidente Gustavo Petro. | Foto: Corbis via Getty Images
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El presidente de la República decidió ser protagonista principal de las elecciones de octubre. ¿Qué garantías tienen los candidatos opositores?

Aunque ha sido tradición en Colombia que los mandatarios locales, regionales y nacionales participen en política en tiempos de elecciones, lo que está sucediendo con Gustavo Petro desde la Casa de Nariño es aberrante y no tiene ningún tipo de antecedentes. Es inocultable que el presidente decidió ponerse la camiseta de varios de sus candidatos para llevarlos al triunfo sin pudor y sin vergüenza. Petro decidió pasarse la Ley por la faja.

Presidente Gustavo Petro. FOTO: Cortesía Presidencia. | Foto: Cortesía Presidencia

Lo curioso de todo es que quien está violando las normas electorales acuse a quienes están tomando decisiones para hacerlas respetar, como sucede con el Consejo Nacional Electoral.

En efecto, las decisiones de dicho organismo –máxima autoridad en materia electoral– relacionadas con inhabilitar a varios aspirantes a alcaldías y gobernaciones, llevó a Petro escribir en su cuenta X que “han sido golpeadas las alternativas políticas en las elecciones locales”.

“Lo que ha sucedido en el Valle, en Santander, en Santa Marta, es devolver descaradamente la política local a las capas tradicionales de la política colombiana, pasándose por la faja la voluntad libre del pueblo”.

Es decir, como a Petro no le gustan las decisiones del CNE, porque afectan a candidatos con los cuales tiene afinidad política o ideológica, entonces la emprende contra el organismo que toma dichas decisiones, señalándolo de estar participando en política. En otras palabras, Petro participa abiertamente en política electoral, pero señala de hacerlo a quienes tienen la obligación de evitar que los funcionarios públicos participen en política.

Petro cree –por ejemplo– que Patricia Caicedo, candidata a la Alcaldía de Santa Marta, no debió ser sancionada por el CNE y que es una persecución de esa autoridad electoral. A Petro como que no le parece grave que la candidata inhabilitada sea hermana del actual gobernador del Magdalena, Carlos Caicedo. ¿Quién se está pasando por la faja la Ley que expresamente prohíbe ese tipo de conductas?

Petro considera –a juzgar por sus reacciones en redes sociales– que Rodolfo Hernández, candidato a la Gobernación de Santander, sobre quien pesan múltiples sanciones de la Procuraduría y varias investigaciones penales, también es víctima de la persecución del CNE.

Rodolfo Hernández y Gustavo Petro, después de los resultados de la segunda vuelta presidencial. | Foto: Prensa Rodolfo Hernández

Pero así como Petro señala al CNE de participar en política, pasa de agache con hechos –esos sí muy graves– como el descarado favorecimiento que desde la Casa de Nariño le brindan a su candidato a la Alcaldía de Bogotá, Gustavo Bolívar, su escudero desde hace varias décadas.

No conforme con “tomarse” varias localidades de Bogotá en plena época electoral, para promover las bondades de su política en sus años de alcalde, que son las mismas que promueve su pupilo Bolívar, Petro guarda silencio sobre la campaña proselitista desde despachos de la Casa de Nariño, donde promueven los logros de la “Bogotá Humana”.

Ante el silencio cómplice de Petro, algunas de sus antiguas colaboradoras, como María Mercedes Maldonado, expresaron su inconformidad por el abuso de utilizar la cuenta de la Presidencia de la República para promover la candidatura de los afectos de Petro: “Borren ese trino, por favor. Horror”, escribió Maldonado.

¿Participa o no el presidente Petro en política? ¿Qué garantías ofrece el Gobierno nacional a los demás candidatos?

Funcionarios públicos, a rendir cuentas ante la Procuraduría General

Utilizar los recursos públicos para respaldar a candidatos afectos al Gobierno es un hecho muy grave. Ni el Gobierno nacional, ni los regionales y locales pueden convertir en plata de bolsillo los recursos de todos los colombianos. ¿Cuánto cuesta el posicionamiento de un candidato durante una campaña electoral? ¿Por qué razón no destinan esos millonarios recursos para solucionar los múltiples y graves problemas nacionales, que Petro conoce muy bien? El comportamiento de estos funcionarios debe ser investigado con prontitud por los organismos de control, entre ellos la Procuraduría General de la Nación, otra entidad que Petro tiene entre ojos, porque vigila y sanciona las conductas de funcionarios públicos que “se pasan la ley por la faja”. A la Procuraduría –obviamente– Petro también la señala de participar en política. El tono despectivo y grosero en que Petro se refiere a la procuradora Margarita Cabello deja ver un talante misógino y machista, que bien debería ser analizado por organismos defensores y promotores de los derechos humanos de las mujeres.

Gustavo Petro y Margarita Cabello

Duro golpe a Petro en el Valle del Cauca

Si en Bogotá llueve en el Valle del Cauca no escampa, en lo que tiene que ver con la presunta participación en política del presidente Petro. La decisión del CNE de inhabilitar la candidatura a la Gobernación del Valle del Cauca del empresario Tulio Gómez, llevó a Petro a señalar a la autoridad electoral de participar en política. El candidato de los afectos de Petro es Gómez y no la exgobernadora Dilian Francisca Toro, máxima dirigente del Partido de la U, quien guardaba la esperanza del “guiño presidencial”. Toro reaccionó de inmediato al trino de Petro: “Gustavo, el país desmoronándose, los violentos acabando con la seguridad, la economía en caída y vos, descuadernando la institucionalidad desde la comodidad de las redes sociales. Te invito a gobernar y a no desequilibrar más la democracia, que gracias a ella hoy te permite estar en el poder; el país no merece este trato de parte tuya. Empecemos por dar garantías a todos en este proceso electoral siendo respetuosos de los fallos y la institucionalidad; la paz política empieza por ahí”. De nuevo: ¿Quién se pasa la ley por la faja?

Petro, ¿anticipándose a la debacle de octubre?

¿A qué juega Petro? A juzgar por la respuesta que le dio a Dilian Francisca Toro, se podría pensar que tendrá un papel imparcial y garantista, pero los hechos muestran todo lo contrario: Petro decidió –ante la poca aceptación que tienen los candidatos del Pacto Histórico en todo el país– ponerse la camiseta y tomar partido por quienes defienden el progresismo. Petro teme una debacle electoral en octubre y por eso se metió al lodo sin pudor. A Dilian Francisca Toro, Petro le escribió: “Mi función en elecciones es que todas las fuerzas políticas puedan participar por el voto libre popular, la democracia no es que a uno le regalen las elecciones”. Flaco servicio le presta Petro a la democracia promoviendo y defendiendo sus candidatos. Todo lo contrario: al involucrarse en la contienda electoral de forma abierta y descarada, Petro mina los cimientos de un frágil sistema democrático como el colombiano. Y para cumplir a cabalidad con su función –como le respondió a Dilian Francisca Toro– deberá pasar de las palabras a los hechos, algo que le cuesta demasiado.

Promover la “Bogotá Humana” en tiempos electorales, ¿ayuda a Bolívar?

Si a Petro no le gustara que desde las cuentas de la Presidencia de la República promuevan la candidatura de Gustavo Bolívar ya lo hubiera expresado de forma contundente y sin titubeos. No lo ha hecho. Su silencio resulta cómplice en estos momentos. ¿Qué hacen las cuentas de la Casa de Nariño promoviendo las bondades de la Bogotá Humana en plena campaña electoral? ¿Que hacen las cuentas de la Presidencia de la República promoviendo el regreso del “cambio” a Bogotá? ¿El “cambio” que volverá a Bogotá –según las cuentas de la Presidencia– es el mismo “cambio” que Petro ofreció al país? Obviamente que se trata del desarrollo de una estrategia electoral ejecutada desde la Casa de Nariño y es el presidente Petro quien debe garantizar que ello no ocurra. Petro debe brindar plenas garantías a todos los aspirantes al Palacio Liévano, no solo a Gustavo Bolívar. El mutismo de Petro es sospechoso y peligroso para la democracia. Punto. Es Petro quien debe dar explicaciones, no el CNE que está cumpliendo con sus funciones.