Siguiendo la decisión del Gobierno marroquí, otras naciones que han ofrecido su apoyo aguardan en caso de que Marruecos lo solicite.
Marruecos se encuentra en medio de una tragedia sin precedentes después de un devastador terremoto que azotó la región del Alto Atlas, cerca de Marrakech, el pasado viernes. El desastre ha dejado un saldo desgarrador de 2,122 personas fallecidas y 2,421 heridos, según los informes oficiales.
Desde el gobierno de este país se ha dado la aprobación para que equipos de rescate de España, Reino Unido, Emiratos Árabes Unidos y Catar participen en las labores de socorro. Afirmó una fuente diplomática marroquí a EFE. Además, destacó que, hasta el momento, Marruecos no ha manifestado la necesidad de otro tipo de asistencia.
Tras la tragedia el gobierno marroquí, ha tomado medidas para abordar la situación. Marruecos ya ha comenzado a recibir la ayuda de España, para llevar a cabo labores de rescate y asistencia en medio de los escombros que dejó el terremoto.
El presidente francés Emmanuel Macron se pronunció durante la reciente reunión del G20, expresando su disposición para apoyar a Marruecos en estos momentos difíciles. Francia ha quedado en espera de una solicitud formal de ayuda y ha activado un fondo de contribuciones de gobiernos locales para respaldar las acciones de solidaridad. Hasta el momento, se han comprometido casi 2 millones de euros (aproximadamente 2,14 millones de dólares) para el esfuerzo de socorro.
La provincia de Al Hauz, epicentro del sismo, fue la más afectada, con un trágico saldo de 1,293 personas fallecidas, seguida de Tarudant con 452 víctimas fatales. Estas dos regiones, ubicadas al suroeste de Marrakech, quedaron devastadas por la fuerza del terremoto, que destruyó aldeas enteras.
La solidaridad de la población también ha sido notable, con numerosos residentes acudiendo a los hospitales de Marrakech para donar sangre en apoyo a las víctimas. Entre los sobrevivientes se encuentra Lahcen, quien lamentablemente perdió a su esposa y sus cuatro hijos en la localidad rural de Moulay Brahim, en la zona montañosa del Alto Atlas. «Lo perdí todo», expresó con pesar. «Lo único que quiero es alejarme del mundo y hacer mi duelo». Afortunadamente, Lahcen se encontraba fuera de su casa en el momento del sismo y sobrevivió.
En otro lugar cercano, el pueblo de Tafeghaghte quedó prácticamente destruido por el terremoto, cuyo epicentro se ubicó a solo medio centenar de kilómetros, según constató un equipo de AFP.
Marruecos se enfrenta a una larga y difícil recuperación después de esta tragedia, pero con la ayuda internacional y la solidaridad de su gente, se espera que el país pueda comenzar a sanar y reconstruir las áreas devastadas por este desastroso terremoto.